Lo más destacable de la Junta fue que una de las dos únicas candidaturas presentadas, concretamente la encabezada por D. Pedro García Merino, presentaba cuatro candidatos que no reunían los requisitos para ocupar el cargo al que aspiraban: por mantener deudas con la comunidad (tres de los cuatro) y por no ser partícipes de la comunidad (dos de los cuatro).
Ante esta situación, el Presidente y la Junta de Gobierno decidieron por mayoría, con carácter previo a la celebración de la Junta, que aunque lo lógico sería eliminar por entero a la candidatura que contenía esos errores, ya los solos efectos de no provocar una hipotética indefensión, se recabarían los votos de esa candidatura de manera provisional; posteriormente se mandarían los resultados a la Agencia Andaluza del Agua con la consulta, y en su caso resolución, sobre el problema planteado por el defecto de la candidatura.
Quedando por lo tanto en suspenso los resultados de la votación, que arrojaron un resultado favorable a la candidatura que presentaba los defectos (196 frente a 153).
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