Crónica de la asamblea de la Comunidad de Regantes de Tesorillo
Nota de Regantes de Tesorillo.La Junta Ordinaria de la CCRR de Tesorillo se celebra con escasísima participación.
Durante poco más de dos horas, la asistencia de escasos regantes en comparación con anteriores Asambleas muestra del escaso interés que para la mayoría ha suscitado la convocatoria.
Las escasas intervenciones coincidieron en destacar la falta de información por parte de la Junta de Gobierno sobre los temas a tratar, destacando que ni siquiera se había respondido a peticiones realizadas con semanas de antelación por lo que los asistentes no contaban –ni contaron durante la asamblea- con datos suficientes para valorar la mayoría de puntos.
De este modo, las cuentas no podían ser comprobadas y ni siquiera correspondían al ejercicio mostrado, debido al extraño modo de contabilidad los gastos seguido en la presentación mostrada. La aprobación del presupuesto y balances se produjo sin poder conocer cuántos votos afirmativos tendrían, contabilizando sólo las abstenciones, por lo que resulta imposible saber cuántos comuneros habían abandonado la Asamblea durante ese tiempo. El resultado fue aprobado por 33 abstenciones, sin votos en contra, con la suposición de que los restantes serían mayoritarios.
Tras ello, la aprobación de los cargos orgánicos como presidente y vocales contaron con una única candidatura, que apenas obtuvo medio centenar de voto -Ver noticia- . En comparación con la Asamblea de Marzo donde se contabilizaron más de 500 votos entre las distintas candidaturas, ofrecía un signo más que evidente del desinterés que ha generado la convocatoria.
Tras la votación de cargos orgánicos, realizada a toda prisa tras los gritos y descalificaciones de algunos comuneros que tenían prisa por marcharse de la Asamblea, no se pudo realizar ninguna otra votación, dado que los extraños métodos empleados dejaron sin papeletas de voto a los comuneros asistentes. No obstante, cabe la posibilidad de que el presidente, que apenas dio dos segundos para reaccionar a los asistentes tras sus explicaciones en algún punto, tomara por válidos aquellos que no llegaron a votarse ni fueron informados. Cosas más extrañas se han visto.
En relación a los expedientes de sanción que han recaído sobre la Comunidad, nadie quiso explicar los motivos por los que se había difundido información falsa a los medios sobre los supuestos responsables, ya que el presidente no quiso pronunciarse al respecto en su informe de gestión ni en ningún otro apartado, con toda probabilidad para no quedar en evidencia.
Esta forma de actuación del actual presidente, difundiendo información falsa a los medios de información mientras se niega a llevar el tema a los foros internos de la comunidad, aunque no es nada nueva, está siendo ampliamente criticada por miembros de la comunidad.
Al respecto se supo que también podría haber sido sancionada la comunidad por asegurar durante este año a trabajadores en el régimen agrícola, cuando el actual presidente, entonces tesorero, fue informado por la secretaría ya en diciembre de 2.010 de la ilegalidad de tal medida. En caso de recaer sanción por este motivo los comuneros se preguntan si se depurarán responsabilidades o querrán de nuevo hacer pagar a todos por los errores del dirigente de la Comunidad.
Sobre la sanción por falta de pago a trabajadores de la comunidad, algunos miembros consideran que debe aclarar el Jurado de Riego la responsabilidad de la misma y, en su caso, que el responsable pague la sanción que indiquen los estatutos.
En este sentido recordaron que la decisión de no abonar las nóminas del guarda de canal fue exclusiva del entonces tesorero, hoy presidente de la comunidad, que se negó a firmar los talones como medida de presión contra el trabajador tratando de forzar su despido.
El entonces Presidente del Jurado de Riego, a quien al parecer acusa el tesorero, no tiene competencia alguna en la contratación o cese de los trabajadores, ni mucho menos en la firma de sus nóminas.
La excusa de la falta de liquidez argumentada por el actual presidente cae por su peso cuando la Comunidad mantuvo en sus cuentas saldos superiores a los 11 mil euros, e incluso más de 6 mil en el mes de Diciembre, negándose durante 9 meses el Tesorero a firmar ningún talón para el único trabajador de la empresa mientras sí abonaba servicios de otros proveedores.
La supuesta falta de trabajo alguno durante los meses de invierno no justifica su negativa a abonar las nóminas, ni se entiende cuando siempre –incluso actualmente- existe un guarda de canal durante todo el año porque así lo dicen los Estatutos.
En resumen, los comuneros entienden que las sanciones que puedan recaer por falta de abono de nóminas o por altas en régimen agrícola son responsabilidad de quien decidió el impago o tipo de alta, a sabiendas de su ilegalidad, y con evidente ánimo de coaccionar al trabajador para que se fuera y así poder realizar el cambio a otra persona de su elección.
Por último, entre los comuneros refirieron la diferencia entre un despido y un cambio de trabajador, que es lo que realmente se ha hecho, por lo que el coste del finiquito también se debe, exclusivamente, a la decisión personal del presidente de cambiar al guarda de canal por otro familiar de uno de sus vocales cuyo apoyo necesitaba en la Junta de Gobierno.
“No parece de recibo que sanciones debidas a la actitud del Tesorero, o finiquitos por sus gustos personales respecto a los trabajadores, deban asumirlos la totalidad de los regantes. Esta debe ser una comunidad seria con criterios objetivos, no un cortijo para el mandamás de turno.”, criticaron.
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