AGRITEC finaliza la semana con una ocupación total.
La aceptación que está teniendo esta nueva edición de la Feria de Muestras Agritec ha superado con creces las pasadas ediciones.
El sector de maquinaria y automoción estará ocupado en su totalidad por dos empresas Automoción Cerralbo, de Tesorillo, y Ford, empresa de la localidad vecina de El Secadero.
A la espera de conseguir un espacio de exposición se han quedado algunas empresas gaditanas.
En cuanto al pabellón multisectorial, la ocupación ha llegado hoy al 100%. Esto nos ha obligado a crear una lista de espera por si alguna empresa expositora no pudiera asistir.
En cuanto a las actividades organizadas, Agritec cuenta un año más con la inestimable labor de la Asociación de Mujeres "Las Palmeras" quien animarán las tardes con desfiles, concursos de resposterias...
EL RIO GUADIARO A SU PASO POR PACHECO
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viernes, 13 de noviembre de 2009
domingo, 1 de noviembre de 2009
"Pagué con mis ahorros religiosamente el menú"
El secretario de Innovación e Industria de la Comisión Ejecutiva Confederal —máximo órgano de dirección— de la Unión General de Trabajadores (UGT), Patxi San Juan, confirmó ayer a LA GACETA que efectivamente cenó en el mejor restaurante del mundo y uno de los más caros, El Bulli, ubicado en el paraje de la Cala Montjoi, en Rosas (Gerona). Este periódico publicó en su edición de ayer dos fotografías de San Juan saliendo el pasado jueves del premiado establecimiento, regentado por el chef Ferran Adrià.
Consultado por este diario, el líder de UGT, afirmó: “Pagué religiosamente el menú con el dinero de mis ahorros y no he cometido ningún delito que yo sepa porque un día quiera marcharme a comer tranquilamente”. "Es más —prosiguió— “le voy a decir una cosa: Uno tiene sus pequeños placeres y se va por ahí con sus amigos mientras que otros tienen aviones, coches, casa, etcétera”.
La imagen llega en plena crisis económica y con los principales sindicatos replegados en sus despachos, entre ellos UGT, a pesar de los más de cuatro millones de parados que han provocado ya la hecatombe financiera y la gestión del Gobierno. La fotografia revela que, detrás de los mensajes de solidaridad con los más desfavorecidos, a los altos cargos sindicales también les gusta disfrutar de los lujos de los poderosos.
Incoherencia
Este periódico preguntó a San Juan si no consideraba una falta de coherencia que un líder sindical que representa y defiende a los trabajadores de clase humilde vaya a cenar a un restaurante donde el menú de degustación cuesta de media 300 euros por persona, un precio que pocos desempleados podrían pagar. El secretario de Innovación e Industria contestó: “¿Qué pasa? ¿Es que eso te obliga para toda tu vida a no darte una satisfacción cuando te apetezca? Yo no voy a comer todos los días a El Bulli. He asistido por primera vez en mi vida”.
Y es que, Patxi San Juan, visiblemente agitado por teléfono preguntó: “¿Tú crees que un hombre después de estar trabajando toda su vida no puede permitirse ese lujo? Ya me dirás. Mientras que no robe ni se lo quite a nadie puedo hacerlo. Yo siempre he procurado ser respetuoso con los demás y conmigo mismo”.
Es más, el alto cargo sindical le preguntó al periodista: "¿Tu habrás hecho en tu vida algo distinto a comer patatas todos los días?"
San Juan restó importancia a la cena y comentó que quedó muy satisfecho con la cata de los 35 platos que conforman la carta de El Bulli. “Me tomé un menú degustación que es lo que normalmente se come allí y me gustó la calidad”, subrayó.
San Juan reconoció que quiso darse una pequeña satisfacción por encima de lo normal y de su situación, y se mostró dolido por la noticia publicada el sábado por este diario. "Será la última vez que vaya a comer a un lugar como éste", prometió.
La vida privada de los líderes sindicales es motivo de todo tipo de preguntas entre los ciudadanos. El martes, en un programa de TVE, los ciudadanos preguntaron por su sueldo al jefe de San Juan, Cándido Méndez, secretario general de UGT.
Méndez reconoció cobrar 2.500 euros mensuales y aceptó que se trata de un sueldo alto. Su colega, el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, admitió en una entrevista a Época cobrar más de 2.000 euros mensuales, una cifra que también está muy por encima de los 1.400 euros brutos del salario medio de los trabajadores españoles que dicen representar y también, de los 1.300 euros de la prestación máxima por desempleo.
Consultado por este diario, el líder de UGT, afirmó: “Pagué religiosamente el menú con el dinero de mis ahorros y no he cometido ningún delito que yo sepa porque un día quiera marcharme a comer tranquilamente”. "Es más —prosiguió— “le voy a decir una cosa: Uno tiene sus pequeños placeres y se va por ahí con sus amigos mientras que otros tienen aviones, coches, casa, etcétera”.
La imagen llega en plena crisis económica y con los principales sindicatos replegados en sus despachos, entre ellos UGT, a pesar de los más de cuatro millones de parados que han provocado ya la hecatombe financiera y la gestión del Gobierno. La fotografia revela que, detrás de los mensajes de solidaridad con los más desfavorecidos, a los altos cargos sindicales también les gusta disfrutar de los lujos de los poderosos.
Incoherencia
Este periódico preguntó a San Juan si no consideraba una falta de coherencia que un líder sindical que representa y defiende a los trabajadores de clase humilde vaya a cenar a un restaurante donde el menú de degustación cuesta de media 300 euros por persona, un precio que pocos desempleados podrían pagar. El secretario de Innovación e Industria contestó: “¿Qué pasa? ¿Es que eso te obliga para toda tu vida a no darte una satisfacción cuando te apetezca? Yo no voy a comer todos los días a El Bulli. He asistido por primera vez en mi vida”.
Y es que, Patxi San Juan, visiblemente agitado por teléfono preguntó: “¿Tú crees que un hombre después de estar trabajando toda su vida no puede permitirse ese lujo? Ya me dirás. Mientras que no robe ni se lo quite a nadie puedo hacerlo. Yo siempre he procurado ser respetuoso con los demás y conmigo mismo”.
Es más, el alto cargo sindical le preguntó al periodista: "¿Tu habrás hecho en tu vida algo distinto a comer patatas todos los días?"
San Juan restó importancia a la cena y comentó que quedó muy satisfecho con la cata de los 35 platos que conforman la carta de El Bulli. “Me tomé un menú degustación que es lo que normalmente se come allí y me gustó la calidad”, subrayó.
San Juan reconoció que quiso darse una pequeña satisfacción por encima de lo normal y de su situación, y se mostró dolido por la noticia publicada el sábado por este diario. "Será la última vez que vaya a comer a un lugar como éste", prometió.
La vida privada de los líderes sindicales es motivo de todo tipo de preguntas entre los ciudadanos. El martes, en un programa de TVE, los ciudadanos preguntaron por su sueldo al jefe de San Juan, Cándido Méndez, secretario general de UGT.
Méndez reconoció cobrar 2.500 euros mensuales y aceptó que se trata de un sueldo alto. Su colega, el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, admitió en una entrevista a Época cobrar más de 2.000 euros mensuales, una cifra que también está muy por encima de los 1.400 euros brutos del salario medio de los trabajadores españoles que dicen representar y también, de los 1.300 euros de la prestación máxima por desempleo.
Esta es otra de tantas de las que ultimamente nos estamos empapando los españoles.
Nada de extrañar tiene esta noticia después de la millonada de euros que nuestro explendoro gobierno premia a los sindicatos. Cada día siento más verguenza pagar una cuota a un sindicato que, en teoria, debe defender los intereses de los trabajadores. La noticia está servida.
Madrid. Una cosa es predicar y otra dar trigo, dice el refrán. Una cosa es manifestar cercanía con los trabajadores que lo están pasando mal y otra muy distinta sufrir con las penurias que están pasando ellos. Que le pregunten a Patxi San Juan, secretario de Innovación e Industria de la Comisión Ejecutiva Confederal —máximo órgano de dirección— del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT). Una fotografía de San Juan tomada el pasado jueves por este periódico subraya a la perfección el gran desfase que hay entre la realidad del mercado laboral y el mensaje de las centrales sindicales.
El jueves por la noche, San Juan, acompañado por cinco amigos íntimos del sur de Navarra, de donde el alto cargo de UGT es originario, se desplazó hasta el Cabo Montjoi, en Rosas (Gerona), para cenar en el exclusivo restaurante del famoso cocinero Ferran Adrià, El Bulli.
San Juan disfrutó de una cena que podrían pagarse muy pocos trabajadores, con un precio medio por persona de 300 euros. Ni siquiera estar dispuesto a pagarlos garantiza el disfrute del menú degustación, compuesto de 35 platos, porque es necesario esperar varios meses para lograr una silla en su comedor. Pero el sindicalista y sus amigos encontraron un hueco.
San Juan accedió a la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT de la mano del máximo dirigente del sindicato, Cándido Méndez, el pasado 4 de abril, en el 40 Congreso Confederal de la central de trabajadores. Se le considera un hombre próximo a Méndez, de su plena confianza.
A él le corresponde, según ha anunciado Méndez, potenciar la acción sindical en el depauperado sector industrial, con el fin de frenar la sangría que está fulminando el tejido fabril nacional a fuerza de deslocalizaciones.
El propio San Juan vivió una con la marcha de Tudela de Sanyo, la firma japonesa en la que el líder de UGT dio sus primeros pasos en el mundo sindical. Tras diversos cargos comarcales y regionales, en 2006, coincidiendo con el cierre de la fábrica de Sanyo y el despido de 142 de sus 177 empleados, se convirtió en Secretario de Organización de la Federación Estatal del Metal. Y de ahí a la dirección de UGT el pasado abril.
El jueves, San Juan demostró que sabe conciliar su labor de megáfonista y reivindicaciones laborales con una vida exclusiva de lujos y buen paladar.
Lo dicho, que una cosa es predicar y otra dar trigo.
Nada de extrañar tiene esta noticia después de la millonada de euros que nuestro explendoro gobierno premia a los sindicatos. Cada día siento más verguenza pagar una cuota a un sindicato que, en teoria, debe defender los intereses de los trabajadores. La noticia está servida.
Madrid. Una cosa es predicar y otra dar trigo, dice el refrán. Una cosa es manifestar cercanía con los trabajadores que lo están pasando mal y otra muy distinta sufrir con las penurias que están pasando ellos. Que le pregunten a Patxi San Juan, secretario de Innovación e Industria de la Comisión Ejecutiva Confederal —máximo órgano de dirección— del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT). Una fotografía de San Juan tomada el pasado jueves por este periódico subraya a la perfección el gran desfase que hay entre la realidad del mercado laboral y el mensaje de las centrales sindicales.
El jueves por la noche, San Juan, acompañado por cinco amigos íntimos del sur de Navarra, de donde el alto cargo de UGT es originario, se desplazó hasta el Cabo Montjoi, en Rosas (Gerona), para cenar en el exclusivo restaurante del famoso cocinero Ferran Adrià, El Bulli.
San Juan disfrutó de una cena que podrían pagarse muy pocos trabajadores, con un precio medio por persona de 300 euros. Ni siquiera estar dispuesto a pagarlos garantiza el disfrute del menú degustación, compuesto de 35 platos, porque es necesario esperar varios meses para lograr una silla en su comedor. Pero el sindicalista y sus amigos encontraron un hueco.
San Juan accedió a la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT de la mano del máximo dirigente del sindicato, Cándido Méndez, el pasado 4 de abril, en el 40 Congreso Confederal de la central de trabajadores. Se le considera un hombre próximo a Méndez, de su plena confianza.
A él le corresponde, según ha anunciado Méndez, potenciar la acción sindical en el depauperado sector industrial, con el fin de frenar la sangría que está fulminando el tejido fabril nacional a fuerza de deslocalizaciones.
El propio San Juan vivió una con la marcha de Tudela de Sanyo, la firma japonesa en la que el líder de UGT dio sus primeros pasos en el mundo sindical. Tras diversos cargos comarcales y regionales, en 2006, coincidiendo con el cierre de la fábrica de Sanyo y el despido de 142 de sus 177 empleados, se convirtió en Secretario de Organización de la Federación Estatal del Metal. Y de ahí a la dirección de UGT el pasado abril.
El jueves, San Juan demostró que sabe conciliar su labor de megáfonista y reivindicaciones laborales con una vida exclusiva de lujos y buen paladar.
Lo dicho, que una cosa es predicar y otra dar trigo.
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